lunes, 25 de octubre de 2010

Mi esperanza y este fuego

Recorriendo cañaverales de madrugada, me lamento
visitando amores en una triste mañana, te recuerdo
ando intranquilo por lagunas de estrellas, y te siento
y recuerdo momentos de infinita belleza, y te pienso.

Regresando en el metro más desolado del día, agonizo
y veo por la ventanilla parejas muriendo, y alunizo
cansado miro la ciudad muy triste porque llovía, está afligida
y mi corazón sólo anda por la tormenta cayendo, todo el día.

Son las nueve y media y sólo veo muertos huyendo,
y regresé a mi habitación donde me espera tu mirada, mi ungüento;
cerca al televisor intento ver la felicidad, tu cuerpo,
aunque sólo encontraré sangre derramada de fatalidad, lo advierto.

Hoy que veo al mundo desde lo alto del cielo, he muerto,
y me pregunto por qué las personas caminan con miedo, y sin sueños,
cuando el amor nos atrapa día y noche, y la muerte duerme a lo lejos,
aunque tu ausencia mate todo a su tiempo, a mi esperanza y a este fuego.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Lluvia al amanecer

Al borde de un acantilado de recuerdos malheridos una lluvia helada cayó y no parecía tener fin, entre el sueño de tus ojos verdes quedé perdido y morí. Al salir el sol descubrí el lado más débil de mi ser.

Era casi el amanecer y mi vida se paralizó en medio de un triste huracán de lamentos durante la noche, y pude recordar que odio ponerme triste pensando en ti de vez en cuando, sólo de vez en cuando.

Perdóname, mi sonrisa se perdió bajo el crepúsculo maldito de mi corazón después del encuentro de una noche con mi pasado nublado, después de notar esa lluvia de penas, aunque mi orgullo no lo quería mostrar, no lo pude evitar y aún no entiendo el por qué de esa lluvia al amanecer.

jueves, 19 de agosto de 2010

Perdición

Hoy amaneció tan nublado como mi corazón después de perderte. Sé que mi equipaje sigue listo para un viaje hacia la nada desde hace tres años. Y ahora sólo en una nueva huida me espera otro amor asesino, dentro de esos castillos de hielo que resguardan corazones malditos.

Mañana apagaremos las pocas luces de nuestro débil recuerdo, en un invierno eterno en las venas como ríos de ese corazón que dibujaba en la parte olvidada de mi cuaderno. A pocas horas de las promesas que rompieron en el mar, encontré siete lunas dentro de tu mirar, cuando te vi llorar y esas perlas cayeron dentro de una copa en un pequeño bar. Pude escribir en un verso que me odiaste cuando no te quise volver a mirar, sólo para recordarlo y no me vaya a traicionar.

Sí, te amo, y ya no te lo puedo volver a decir, aunque no lo entiendas ahora borraré esa parte de mi vida que cubre tu nombre que no pude nunca maldecir. No te odio, probaré no sentir nada por ti, mi ausencia es el precio de tu frustración y mi dolor por la falta de tu sonrisa será mi triste perdición.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Luz de muerte

Bajo un nuevo crepúsculo se verá una luz más fuerte, una lluvia incandescente de un dulce amor y unas ganas locas de querer volver a verte. Bajo el crepúsculo vespertino de tu suerte, encontrarás esas nueve llaves para ese candado raro que protege tu corazón de una luz de muerte.

Fue esa lluvia en la que contamos cada gota como ovejas al dormir, cada gota con tu recuerdo mientras fumaba ese cigarrillo que le gritaba al mundo entero que seguías aquí cuando me perdí. Hoy no verás más ese miedo en ti y tus recuerdos los guardarás en cajas de cristal cuando hayas encontrado esos caminos por donde suelo andar, donde las avenidas son más frías pero sublimes a tu lado.

El sonido de mi voz es parte tu pasado, la luz de tu mirada muestra mi futuro, ahora lo sé; esa ceguera maldita que no te dejó ver hace mucho tiempo desapareció sin dejar rastro al caer, ahora nuevas huellas marcaremos en ese mar de ilusiones y naufragios, huellas de amor estampadas en la luna que nos seguirán como lobos al amanecer entre la mirada fiel de esa tenue luz de muerte.

domingo, 28 de marzo de 2010

Tal vez

Tal vez deba hundir mi corazón en un mar de penas gastadas, tal vez sin saber he vuelto a morir entre tus manos heladas. Tal vez sin ilusiones vago por tu mirar esperando no llorar, sólo tal vez volveré a ver la cálida luz de tus ojos cansados en el mar.

Tal vez mirando al cielo encuentre estrellas apagadas en tu voz, tal vez entre sentimientos fundidos en tu corazón vuelvas a verme en cuarenta salones sin tu amor. Tal vez me estrelle treinta veces contra tu retrato quemado sin razón, sólo tal vez hoy vuelva a mi habitación abandonada hace tres minutos cuando me dijiste que me amabas con pasión.

Tal vez, y sólo tal vez, tu amor no fue más que una alucinación de mi corazón, una pequeña ilusión de tu frustración y un desliz de nosotros dos.

jueves, 25 de marzo de 2010

Plenilunio

Vidas nocturnas sabor a limón, labios de fresa de intensa pasión, una luna llena se viste de azul entre secretos de abril perdidos por ti. Vagabundos cansados visitan tu vida en el jardín trasero de nuestro amor ausente, dorado por un sol triste que nos da hoy un adiós eminente.

Lunas de plata ignoradas en madrugadas raras bajo parques sin luz ni salida, tus labios rojos recorren mi rostro por el lado olvidado de la noche perdida. Amores apagados duermen bajo la poca luz de una luna dormida, pintada en tu mente fatal aturdida.

Diez años de cuentos sin final dejaron huellas de dolor en tu corazón, a mil millas de un desierto frío vuelas entre sueños atrapados en espejos rotos, lejos de una tristeza hoy iluminada por nuestra luna llena de tu olvido vacío.

domingo, 21 de marzo de 2010

Déjà vu

Entre dos asientos viejos y mil desiertos helados busqué espacios en blanco de tu memoria pintada, tres roperos llenos de tu vida vacía y dos maletas listas para partir.

Entre dos momentos en cien aviones vacíos, encontré varios trozos de mi vida perdida, dos ilusiones y mil sueños quemados, encontré tus besos sobre un campo desolado.

Busco ahora en el cielo de nubes bordadas y siento un déjà vu.

Dejo un momento vivido de unas horas muertas en el patio trasero de tu casa arruinada, déjame dos pensamientos de amores cegados para nunca olvidar que no pudimos ni andar.

Hay días enteros en que busco tu risa, entre sueños extraños causados por tu aroma fortuito. Entre realidades soñadas y sueños que se vuelven reales, encuentro mil maneras de quererte de nuevo.

Busco ahora en el cielo de nubes salvajes y siento un déjà vu.

Un sueño eterno en tu ciudad sin vida, un sueño que mañana podré vivir, unos momentos que siento ya los había vivido, hoy me encuentro muerto por haberlo sentido.

jueves, 18 de marzo de 2010

Heridas

La bruma del mar busca morir frente al ocaso de tu corazón, entre imágenes olvidadas en ese cuarto todavía mal vestido. Heridas ardientes en mi piel bajo la lluvia profunda de tu vida, agonizan junto a la negra noche sin fin que me hipnotiza.

Iluminadas ciudades desiertas y ocultas entre siete poemas de amor, cierran al amanecer después de perderse en la madrugada de abrazos fingidos bajo una luna que no conocía. Entre heridas ocultas en mi corazón, que se extienden a su alrededor como patas de araña, me perdí sin una razón.

Cien heridas más vendrán, cuando me vengas a curar y me olvides al final. Heridas de un pasado contado en mil noches o más, entre tormentas de enero, cerraron cuatro años después de morir en algún lugar.

domingo, 14 de marzo de 2010

En un parque oscuro

He revivido en un día sin luz, luego de morir junto a ti. He dormido en un triste silencio y me he hundido ya sin vida, he deambulado en noches frías junto a cien botellas de melancolía.

He vendido mi alma herida a cazadores de mundos perdidos, buscando una luna amarilla que sólo pensaba en ahogar tu recuerdo en un extraño parque oscuro.

Dos años en pena y una lluvia estancada para este fin de semana, entre nueve bares desolados que me acompañan en las noches acabadas frente a tu mirada, hoy arrastran tu vida dormida hacia un balcón arruinado en un parque oscuro.

En este parque de frustraciones he tenido un sueño contigo, donde jugábamos con un amor de cristal y contábamos esta vieja historia olvidada en la oscuridad. En la banca de mis recuerdos, he encontrado una memoria en blanco donde perdí tu rostro sin sonrisa, donde perdí tu nombre entre la brisa.

jueves, 11 de marzo de 2010

Pasado

Mañanas acabadas en un año sin fin, tus mejillas se encienden en mi pasado de errores, bésame otra vez entre tus sueños cotidianos para que no volvamos a vernos en mi mundo arruinado.

Olvídame después cuando no puedas dormir, mi pasado me sigue entre huellas marcadas y mi habitación se llena de fallos atrapados. Noches robadas entre estrellas mutiladas te recuerdan unas horas de infinita oscuridad.

Mi pasado se perdió cuando te pude encontrar, tu pasado se encendió cuando me viste recordar. Mátame otra vez entre tus pesadillas de medianoche, para que no vuelva a verte en mi vida llena de sueños rotos.

Hoy, después de un largo tiempo, camino por las calles de tu amor y veo que se van borrando tus huellas tras de mí. Hoy que me tienes nuevamente, sólo recuerda que morí hace cinco años cuando te conocí.

domingo, 7 de marzo de 2010

Crepúsculo

Tu risa duerme en el mostrador de un hotel que cerró al amanecer. Una noche inmortal de encuentros de sombras de amor, guardó lo suave de tu piel cuando la dibujé. Dueña de un amor embestido por el olvido, quemaste mi mirar tras tu huida a la soledad.

Un crepúsculo desolado se pasea sin rumbo fijo cuando nos encontramos, y muestra el inicio y el fin de una noche junto a ti. Perros cansados se pasean en mi habitación al momento de probar tu aroma bajo el calor de un verano olvidado.

Secretos defraudados de un viaje hacia el sur que no encontramos, muestran que el amor no es más que un veneno fatal publicado en cien novelas de escritores anónimos con miedo a morir.

Dos canciones que ya no hablan de mí, mienten en un nuevo crepúsculo en el que te vi amarme entre trozos esparcidos de pasión que inundaron mi habitación iluminada por lo poco que quedaba de la luz crepuscular.

jueves, 4 de marzo de 2010

Estrellas Rojas

Gatos empapados por un mar de ternuras que dejaste huir junto a cien estrellas rojas que nos concedieron el deseo más fugaz, se pierden entre dos senderos de trampas mortales de oscuridad. Placeres en hoteles acabados me envuelven en la madrugada junto a un Martini de pasión.

Estrellas rojas de forma sensual tatuada en tu piel, hipnotizan mi vida artificial en un segundo más. En el encuentro más casual perdí mi voz junto al amor más averiado del bosque de ilusiones varadas. Nuestro amor fue eterno en lo más esencial de un disco de amor que nunca grabó.

Siete años sin notas en la canción terminaron en el verano azul de tu adiós. Mil estrellas rojas se perdieron en un mundo de perros sin sonrisa y libros en blanco dedicados hoy a ti.

Tu risa se pasea en mi mente como una pequeña luz de medianoche, entre sombras alquiladas de un amor sin acabar. En un encuentro irreal volvimos a pisar la misma habitación sin amanecer, y olvidamos el silencio para vivir en un pasado que se vuelve presente otra vez entre estrellas rojas de amor.

domingo, 28 de febrero de 2010

Crónica

Una triste sombra a tus pies yo volví a ver, en mis sueños de ayer que se perdieron en el mar del sur. Siempre quise volver a mi realidad, y no pude salir de lo artificial. Plasmando letras de mi ser, logré hacer una crónica de la muerte más dulce que pude tener entre tus brazos de miel.

Mundos perdidos dentro de mi vida, felicidad añorada entre pétalos viejos que cubrieron una extraña herida desolada entre canciones dañadas. Detuvimos el tiempo entre calendarios del pasado y compramos relojes de arena que perdimos entre hoteles abandonados.

Una crónica sin nombre situó lo más trágico de mi ser, entre almas en pena que intentaban cruzar un río oscuro que nos separaba durante la tarde más triste. Entre cementerios de poemas muertos nos volvimos a ver, luego de perder amaneceres lúgubres de abril que congelaron el atardecer.

jueves, 25 de febrero de 2010

Acompáñame a la locura

Escuché silencios apagados en momentos reales de una tarde sin ti, te encontré en el rincón más oscuro de mi habitación después que te mentí. Lejos de mí, entre recuerdos, emprendí un viaje hasta ti sólo para pedirte lo más artificial que pude alcanzar.

Gasté los días sin nada que hacer, sin tu mirada fiel y con tu cuerpo que se perdía a lo lejos, mi alma va encadenada por tu mirada envenenada tras tu poción de ilusión acabada.

Acompáñame a la locura de amarte en un desierto de sueños varados, de madrugadas perdidas sin dormir sobre miedos callados entre tú y yo.

Visité moteles viejos donde guardé mi pasado inservible, recorro autopistas de tristezas para encontrarme hoy contigo. Artificios sin detalles revividos encontraron su valor sobornado, en un otoño en que la última hoja cayó cuando partí.

Acompáñame a la locura de no volverte a ver en un muelle destruido por dobleces sin amanecer, por raíces solitarias esperando un río sinuoso bajo nubes salvajes queriendo llorar.

domingo, 21 de febrero de 2010

Mi vida se pierde (Por la madrugada)

Mi vida se pierde por la madrugada,
por las calles más frías y olvidadas,
por rincones que aún no hemos andado
mi vida se pierde hoy por tu mirada.

Buscando en los momentos más extraños
tu risa que siempre anda extraviada,
pensando en componer muchas canciones
encuentro tus huellas bajo la lluvia más helada.

Veo, como ayer, a nuestros sueños jugando
entre los cristales, sin miedo a perderse;
y veo como nuestros sentimientos se separan
entre las estrellas que perdimos en dos mapas.

Hoy te escribo frente al mar y bajo la lluvia
cuando pienso en olvidarte,
y enciendo las cansadas luces de mi alma
que no alumbran siquiera una mañana.

Virando entre islas desoladas
como deambulando en los suburbios,
dejando puros corazones derrocados
por tristezas que se mueven como gatos.

Vivo hoy detrás de las sombras del pasado
entre el silencio nocivo y algunas ilusiones rotas,
en habitaciones alquiladas me mostrabas
lágrimas ocultas de tristezas ya olvidadas.

Hoy que he muerto unas cinco veces,
te digo no me esperes nunca más.
Porque mi vida se pierde por la madrugada,
aunque mi vida se pierda hoy por tu mirada.

jueves, 18 de febrero de 2010

Largo invierno

Buscabas mil carteras desgastadas por usarse en tres viajes a la nada y escapes preparados hasta un cielo sin salida. Llegaste en silencio a tu senda olvidada en canciones sin sentido como lobos sin aullido entre la bruma de tus ojos.

Robaste corazones de hojalata oxidados por esperarte en el museo de tu alma sobre dos bancas desoladas. Mirabas tras una vieja ventana del edificio más dañado esperando que te entregue unos libros casi nuevos, llenos de unos versos averiados de escritores aún anónimos.

Tiraste en una caja de cristal un encendedor sin usar y cien cigarros que fumaba cuando esperaba tu mirada fatigada. Dijiste que me amabas sin palabras que se rompen en el aire entre aviones negros como hojas en otoño, y ahora te espero bajo el traje más oscuro de la noche en un largo invierno estancado por dos años ya olvidados.

domingo, 14 de febrero de 2010

Cristales rotos

Sueños viejos de mediodía, esperan tu luna nueva de atardecer, el amor caerá como lluvia entre cristales rotos y tu sonrisa se perderá para después. Corazones que alunizan en habitaciones de papel pierden su sentido por tanto amor perdido en un cóctel.

Tratando de escapar de tu película de ficción sigo caminando entre cristales rotos donde crecen rosas plateadas que pronto partirán tras tu triste atardecer. Dormido voy en un viaje con letanías para no olvidar el camino que no parece cambiar sin tu mirar.

Aún sigo aquí en hoteles estrenados entre hojas secas viendo la lluvia de otoño que me acompaña para reconocerte sobre sueños abandonados en cuentos sin empezar.

Entre recuerdos gastados y cristales rotos ahora he vuelto a buscarte atrapado en un camino de lágrimas congeladas que brillan en la oscura madrugada, después de mil disparos olvidados voy en taxis acabados a tu encuentro apagado en el fin del mundo.

jueves, 11 de febrero de 2010

Estrella

Estrella de mi vida atolondrada, pedazo del negro cielo iluminado por esa luna plateada que acompaña tus noches frías de raros arrebatos. Los sonidos de tu voz se logran escuchar en una madrugada fría de vidas llenas de tristeza bajo una luna olvidada entre en tus manos, mientras te paseas en el firmamento acabado de mi tiempo durante la noche más averiada del año.

Recostada en este tranquilo mar de medianoche, sonríes entre baladas de ángeles que nadan bajo tus alas dormidas. Estrella de mis sueños, bailas entre miles de signos que no alcanzan tu brillo inmemorable y esperas que vuelva a recordar tomar tu cálida mano antes del amanecer más extraño.

Aletargado e impaciente, estrella del mar inconsciente, me miras desde lo más alto de un mundo acabado esperando que te pueda besar. Imagino volar desde mi azotea vacía de tus recuerdos para alcanzarte en ese mar. Estrella de mi vida borrada, tras miles de kilómetros llego a tus brazos dorados esperando tu amor estelar, ahora perdido ya no te voy a olvidar.

Estrella de mi amor, te espero en esta tenue habitación junto a cien versos manchados de pasión y un alma oscura entre la perdición.

domingo, 7 de febrero de 2010

Dos madrugadas

Una vida guardada en un cajón de recuerdos, tres botellas llenas de promesas robadas. Noches olvidadas en una cama vacía, dos calles silenciadas por un concierto de amor. Parques desolados por tirrias sin sentido, perdido en una calle sin nombre no encuentro la salida en esta extraña madrugada.

En algún lugar encontré una nueva balada de desamor que me habla de ti, busco un torpe te quiero bajo esta luna dormida y aún no entiendo tu mirada abatida. Una herida encontrada en esta madrugada de ilusión sin fin, apertura un amanecer alquilado en un bar de invierno.

Luna llena en lo más alto de la cúpula apagada, junto a otra madrugada que llegó como gatos sin vida. Tu sonrisa se disipaba entre la oscura y fría soledad que volvió como un mensajero arruinado dejando caer su equipaje un lunes al amanecer.

Tres sombras facturadas en mi vida, encontraron dos maneras de perderme a mil kilómetros de la nada en dos madrugadas que me contaron un nuevo naufragio pendiente en esta ciudad sin alma.

jueves, 4 de febrero de 2010

3 de febrero

Nubes doradas, aves dormidas,
tardes rojizas por un sol ya cansado.
Caminatas lentas, tu mirada perdida
y un comerciante ahogado
vendía nuestra felicidad aturdida.

Eran espacios y sueños,
eran sueños y el tiempo,
eran días quebrados
frente a un mar quemado.

Tres de febrero y unas horas en blanco,
cien vasos llenos y unas botellas vacías.
Una lluvia entristece lo que queda del día,
tres taburetes abandonados junto a un suicida aburrido
y tu sonrisa vencida se escapa hoy de mi vida.

Eran besos y estrellas,
eran estrellas y espacio,
eran veintiocho días
de un mes acabado.

Son momentos lentos, son momentos de verano,
un verano mareado, un verano soñado.
Es un febrero olvidado en cuatro años borrados,
durante un día soleado y mi vida en tus manos.

domingo, 31 de enero de 2010

Nudos del viento

Encadenados recuerdos de cuarenta y tres hojas en blanco, junto a dibujos malgastados por el sol de un verano acabado. Un amor atrapado por el cielo rencoroso y enredado en los nudos del viento. Pronto volarán con rumbo siniestro, y recordaremos un gran amor de color extraño.

Lluvia encendida de tu amor, latente en nubes de invierno, junto a tu encantadora sonrisa rozada por la tenue brisa del atardecer. Dulce mirada flotando en el mar, espera impaciente mi sombra de amor que vuela a través de los nudos del viento.

Ahora lo sé, lo entiendo y ya lo sé, mi dulce amor eso eres tú. En los nudos del viento te encontraré, sin alma fiel, en soledad. Estrellas, el mar y el viento frío nos acompañarán hasta el final. Encuentro de a dos de infinito sabor, no era sueño ni una ilusión era sólo nuestro gran amor.

Sueño inmortal en el viento de amor se quedará, en los nudos del viento sólo tú y mi destino final al que debo llegar.

jueves, 28 de enero de 2010

El tren del fin del mundo

Una parada en la soledad, después de tomar el tren del fin del mundo. Ya van dos días sin nadie en el tren, ya van dos días para olvidar.
Butacas heladas esperan caer como la nieve de invierno al atardecer, cincuenta estaciones vimos pasar, ninguna parada, ningún nuevo amor. Sin rumbo, sin rieles corre el tren del fin del mundo.

Rencores cansados de sospechar y un maquinista de estrellas ahogadas, amores eternos esperan llegar de nuevo en la estación vacía al tren del fin del mundo.
El viaje traspasa las olas del mar, donde se ven cien peces nadando y al fondo se ven tres barcos naufragar.

Ya son diez días en soledad, sólo unos kilómetros quedan para atravesar y llegar a la estación vacía en el fin mundo. Una parada después de dos días de fatalidad, una parada en la soledad, un nuevo amor aparece después para acompañarme a un nuevo viaje en el tren del fin del mundo, para acompañarme hasta el fin del mundo.

domingo, 24 de enero de 2010

Quisiste regresar (A mis playas heladas)

Quisiste regresar a mis playas heladas para la tarde de ayer, y te congelaste antes de poder tocar mi mano entre corazones averiados. No olvidaste mi amor en esos días de lunas rotas y noches sin final, entonces decidí rechazar tus besos llenos de tristeza esa madrugada de penosa nostalgia en un oscuro aeropuerto en soledad.

Quisiste regresar y ver luces de profunda calidez en tu pecho, y encontraste mil trozos de tu corazón quemados entre diez mil cigarros sin fumar. Huía de tu pasado hundido entre bares de mala muerte, y buscabas entre cajas vacías miles de recuerdos perdidos de nuestro amor infinito ya olvidado.

Quisiste regresar entre mares de memorias ocultas y naufragar en la isla perdida de mi mirada y te ahogaste en tu propio río de tristezas sin desembocadura. Perdías tu risa de cristal entre mentiras de lunas vacías que iluminaban tu camino hoy sin estrellas.

Quisiste regresar a mis playas heladas sólo con un te quiero que se perdía entre la espesa niebla que mi corazón mostraba para perderte en el camino y no volver a verte nunca más.

jueves, 21 de enero de 2010

¿A la razón o al corazón?

Hoy he vuelto a caer en las mismas vías del tren en el que te vi partir. Silencio de años atrofiados han estado cerca de mí, en mis sueños como inquilinos sin pagar. Quemaste mi corazón sin razón, y ahora no se que más esperar.

El mundo se limpió en sólo dos años por mentiras diluidas, cartas en blanco decían que volveremos a encerrarnos en la misma habitación sin salida. Pensando en ti digo que te logré olvidar, mirando tus ojos vacíos descubro que mi mente inquieta y mi corazón dormido dicen cosas distintas y fuera de lugar. Ahora intento decidir a quién creer ¿A la razón o al corazón?

Nubes negras cursan por el cielo sin sentido, y ocultan las estrellas de París que mi corazón una vez admiró. Mañanas soleadas sin ti, noches sin luna a tu lado. Te busco sin descansar y sin querer encontrarte, ahora medio vivo intento decidir a quién creer ¿A la razón o al corazón?

Largas noches contadas sin dormir, respuestas aludidas por futuros perdidos. Fallos de otros mundos te aguardan tras decisiones entre dos calles llamadas Razón y Corazón. Te veo de nuevo para la tarde cuando no estés, y olvido todo lo que pensé sin dudar para la mañana plateada atrapada un siglo más y así seguiré a tu lado.

domingo, 17 de enero de 2010

Cianuro

Mañana de azul, miradas del mar, se hunden en bar de cara fatal. Te encuentro inmortal, a punto de huir, sirviendo un coctel de dulce sabor y veneno mortal.

Cianuro de abril, en suave cristal, de un trago del mal de donde buscar. Martini y amor, en ropa interior, a tientas de mí intentas callar mi nueva canción.

Fruta sin fin, que yo mordí, es tu corazón de negro color. Veneno fiel de tragos sin fin, noches heladas para morir, tu arma letal en bolsas plateadas llenas de rencor, cianuro en alcohol no era verdad.

Tres días sin ti, vivo aún, tu veneno tenía otro triste sabor. Tu afligido partir fue tu poción, que me dejó sin la mitad de mi abatido corazón; ahora sin alma, dejo un adiós, adiós mi amor, adiós letal.

jueves, 14 de enero de 2010

Viaje

Maletas ociosas listas para un nuevo viaje, un acompañante amigo rumbo a tu aeropuerto vacío. Mi destino encadenado es tu corazón suicida, pero se encuentra a doce horas de mi vida dormida.

Llego a primera hora de un día nublado, no espero encontrarte al hallarme cansado. Una inmensa ciudad de promesas vacías alberga tus días de lunas perdidas.

Un taxi del color del día me lleva sin rumbo por esta ciudad sin suerte, llego con la mitad de mi vida en mis manos hacia encuentros de una tarde en hoteles de mala muerte. La noche ha llegado y aún no logro ver tu mirada en ninguna parte, entro a un bar escondido en el que encuentro una mesera cautivante, y me menciona que no debo volver a amarte.

Amaneció y, aún con los vasos de ginebra encima, camino por todas las calles posibles sólo porque entiendo que tu luna desierta ahora la ves desde esta ciudad sombría. De regreso a mi triste suburbio, he vuelto por un camino pesado esperando regresar y encontrarte en un nuevo mundo sin dueño.

domingo, 10 de enero de 2010

Ilusión

Nunca lo pensé, mi corazón bailando por la muchacha de la sonrisa de miel. Días contados por calendarios quemados en mi habitación, mis ojos ilusionados te miran por la ventana más alta de mi portal.

Te dibujo en la vereda del frente cada mañana de ilusión, pienso en tu cabello dorado que baila con el viento sin descansar, te imagino durmiendo con la luna y opacando su belleza estelar.

Un amor aún no estrenado, mujer sin alma de mis sueños rotos, me dejaste aquí con el corazón en la mano esperando ser entregado lleno de ilusión.

jueves, 7 de enero de 2010

Imaginación

Besos dormidos en mundos nublados y un reloj de arena indica el minuto de tu juicio velado. Somos dos corazones desnudos en una habitación arropada por un cálido amor de verano.

Tu risa interna en mi mirar enamora mi sombra congelada y unas películas de pasión sin protagonista alguno cuentan nuestra dulce historia de amor. Somos dos gaviotas del olvido que no entienden porque no intentan volar.

Momentos sin final, nuevas formas de amar, cien maneras de besar, me enseñaste ir siempre a mil en este encuentro de las horas que contamos segundo por segundo entre la imaginación de un amor sobre el espacio sideral.

Rosas lanzadas al mar helado sin saber nadar, imaginación de un verano olvidado. Ojos verdes de gatos sin amor sobre edificios acabados, envidian lo que nuestro amor pudo conseguir en días extraños.

Ahora sólo lunas frías de imaginación transitan en nuestro cielo iluminado por esas estrellas que nos acompañan cada noche en que nos encontramos.