domingo, 28 de febrero de 2010

Crónica

Una triste sombra a tus pies yo volví a ver, en mis sueños de ayer que se perdieron en el mar del sur. Siempre quise volver a mi realidad, y no pude salir de lo artificial. Plasmando letras de mi ser, logré hacer una crónica de la muerte más dulce que pude tener entre tus brazos de miel.

Mundos perdidos dentro de mi vida, felicidad añorada entre pétalos viejos que cubrieron una extraña herida desolada entre canciones dañadas. Detuvimos el tiempo entre calendarios del pasado y compramos relojes de arena que perdimos entre hoteles abandonados.

Una crónica sin nombre situó lo más trágico de mi ser, entre almas en pena que intentaban cruzar un río oscuro que nos separaba durante la tarde más triste. Entre cementerios de poemas muertos nos volvimos a ver, luego de perder amaneceres lúgubres de abril que congelaron el atardecer.

jueves, 25 de febrero de 2010

Acompáñame a la locura

Escuché silencios apagados en momentos reales de una tarde sin ti, te encontré en el rincón más oscuro de mi habitación después que te mentí. Lejos de mí, entre recuerdos, emprendí un viaje hasta ti sólo para pedirte lo más artificial que pude alcanzar.

Gasté los días sin nada que hacer, sin tu mirada fiel y con tu cuerpo que se perdía a lo lejos, mi alma va encadenada por tu mirada envenenada tras tu poción de ilusión acabada.

Acompáñame a la locura de amarte en un desierto de sueños varados, de madrugadas perdidas sin dormir sobre miedos callados entre tú y yo.

Visité moteles viejos donde guardé mi pasado inservible, recorro autopistas de tristezas para encontrarme hoy contigo. Artificios sin detalles revividos encontraron su valor sobornado, en un otoño en que la última hoja cayó cuando partí.

Acompáñame a la locura de no volverte a ver en un muelle destruido por dobleces sin amanecer, por raíces solitarias esperando un río sinuoso bajo nubes salvajes queriendo llorar.

domingo, 21 de febrero de 2010

Mi vida se pierde (Por la madrugada)

Mi vida se pierde por la madrugada,
por las calles más frías y olvidadas,
por rincones que aún no hemos andado
mi vida se pierde hoy por tu mirada.

Buscando en los momentos más extraños
tu risa que siempre anda extraviada,
pensando en componer muchas canciones
encuentro tus huellas bajo la lluvia más helada.

Veo, como ayer, a nuestros sueños jugando
entre los cristales, sin miedo a perderse;
y veo como nuestros sentimientos se separan
entre las estrellas que perdimos en dos mapas.

Hoy te escribo frente al mar y bajo la lluvia
cuando pienso en olvidarte,
y enciendo las cansadas luces de mi alma
que no alumbran siquiera una mañana.

Virando entre islas desoladas
como deambulando en los suburbios,
dejando puros corazones derrocados
por tristezas que se mueven como gatos.

Vivo hoy detrás de las sombras del pasado
entre el silencio nocivo y algunas ilusiones rotas,
en habitaciones alquiladas me mostrabas
lágrimas ocultas de tristezas ya olvidadas.

Hoy que he muerto unas cinco veces,
te digo no me esperes nunca más.
Porque mi vida se pierde por la madrugada,
aunque mi vida se pierda hoy por tu mirada.

jueves, 18 de febrero de 2010

Largo invierno

Buscabas mil carteras desgastadas por usarse en tres viajes a la nada y escapes preparados hasta un cielo sin salida. Llegaste en silencio a tu senda olvidada en canciones sin sentido como lobos sin aullido entre la bruma de tus ojos.

Robaste corazones de hojalata oxidados por esperarte en el museo de tu alma sobre dos bancas desoladas. Mirabas tras una vieja ventana del edificio más dañado esperando que te entregue unos libros casi nuevos, llenos de unos versos averiados de escritores aún anónimos.

Tiraste en una caja de cristal un encendedor sin usar y cien cigarros que fumaba cuando esperaba tu mirada fatigada. Dijiste que me amabas sin palabras que se rompen en el aire entre aviones negros como hojas en otoño, y ahora te espero bajo el traje más oscuro de la noche en un largo invierno estancado por dos años ya olvidados.

domingo, 14 de febrero de 2010

Cristales rotos

Sueños viejos de mediodía, esperan tu luna nueva de atardecer, el amor caerá como lluvia entre cristales rotos y tu sonrisa se perderá para después. Corazones que alunizan en habitaciones de papel pierden su sentido por tanto amor perdido en un cóctel.

Tratando de escapar de tu película de ficción sigo caminando entre cristales rotos donde crecen rosas plateadas que pronto partirán tras tu triste atardecer. Dormido voy en un viaje con letanías para no olvidar el camino que no parece cambiar sin tu mirar.

Aún sigo aquí en hoteles estrenados entre hojas secas viendo la lluvia de otoño que me acompaña para reconocerte sobre sueños abandonados en cuentos sin empezar.

Entre recuerdos gastados y cristales rotos ahora he vuelto a buscarte atrapado en un camino de lágrimas congeladas que brillan en la oscura madrugada, después de mil disparos olvidados voy en taxis acabados a tu encuentro apagado en el fin del mundo.

jueves, 11 de febrero de 2010

Estrella

Estrella de mi vida atolondrada, pedazo del negro cielo iluminado por esa luna plateada que acompaña tus noches frías de raros arrebatos. Los sonidos de tu voz se logran escuchar en una madrugada fría de vidas llenas de tristeza bajo una luna olvidada entre en tus manos, mientras te paseas en el firmamento acabado de mi tiempo durante la noche más averiada del año.

Recostada en este tranquilo mar de medianoche, sonríes entre baladas de ángeles que nadan bajo tus alas dormidas. Estrella de mis sueños, bailas entre miles de signos que no alcanzan tu brillo inmemorable y esperas que vuelva a recordar tomar tu cálida mano antes del amanecer más extraño.

Aletargado e impaciente, estrella del mar inconsciente, me miras desde lo más alto de un mundo acabado esperando que te pueda besar. Imagino volar desde mi azotea vacía de tus recuerdos para alcanzarte en ese mar. Estrella de mi vida borrada, tras miles de kilómetros llego a tus brazos dorados esperando tu amor estelar, ahora perdido ya no te voy a olvidar.

Estrella de mi amor, te espero en esta tenue habitación junto a cien versos manchados de pasión y un alma oscura entre la perdición.

domingo, 7 de febrero de 2010

Dos madrugadas

Una vida guardada en un cajón de recuerdos, tres botellas llenas de promesas robadas. Noches olvidadas en una cama vacía, dos calles silenciadas por un concierto de amor. Parques desolados por tirrias sin sentido, perdido en una calle sin nombre no encuentro la salida en esta extraña madrugada.

En algún lugar encontré una nueva balada de desamor que me habla de ti, busco un torpe te quiero bajo esta luna dormida y aún no entiendo tu mirada abatida. Una herida encontrada en esta madrugada de ilusión sin fin, apertura un amanecer alquilado en un bar de invierno.

Luna llena en lo más alto de la cúpula apagada, junto a otra madrugada que llegó como gatos sin vida. Tu sonrisa se disipaba entre la oscura y fría soledad que volvió como un mensajero arruinado dejando caer su equipaje un lunes al amanecer.

Tres sombras facturadas en mi vida, encontraron dos maneras de perderme a mil kilómetros de la nada en dos madrugadas que me contaron un nuevo naufragio pendiente en esta ciudad sin alma.

jueves, 4 de febrero de 2010

3 de febrero

Nubes doradas, aves dormidas,
tardes rojizas por un sol ya cansado.
Caminatas lentas, tu mirada perdida
y un comerciante ahogado
vendía nuestra felicidad aturdida.

Eran espacios y sueños,
eran sueños y el tiempo,
eran días quebrados
frente a un mar quemado.

Tres de febrero y unas horas en blanco,
cien vasos llenos y unas botellas vacías.
Una lluvia entristece lo que queda del día,
tres taburetes abandonados junto a un suicida aburrido
y tu sonrisa vencida se escapa hoy de mi vida.

Eran besos y estrellas,
eran estrellas y espacio,
eran veintiocho días
de un mes acabado.

Son momentos lentos, son momentos de verano,
un verano mareado, un verano soñado.
Es un febrero olvidado en cuatro años borrados,
durante un día soleado y mi vida en tus manos.