lunes, 25 de octubre de 2010

Mi esperanza y este fuego

Recorriendo cañaverales de madrugada, me lamento
visitando amores en una triste mañana, te recuerdo
ando intranquilo por lagunas de estrellas, y te siento
y recuerdo momentos de infinita belleza, y te pienso.

Regresando en el metro más desolado del día, agonizo
y veo por la ventanilla parejas muriendo, y alunizo
cansado miro la ciudad muy triste porque llovía, está afligida
y mi corazón sólo anda por la tormenta cayendo, todo el día.

Son las nueve y media y sólo veo muertos huyendo,
y regresé a mi habitación donde me espera tu mirada, mi ungüento;
cerca al televisor intento ver la felicidad, tu cuerpo,
aunque sólo encontraré sangre derramada de fatalidad, lo advierto.

Hoy que veo al mundo desde lo alto del cielo, he muerto,
y me pregunto por qué las personas caminan con miedo, y sin sueños,
cuando el amor nos atrapa día y noche, y la muerte duerme a lo lejos,
aunque tu ausencia mate todo a su tiempo, a mi esperanza y a este fuego.