jueves, 14 de enero de 2010

Viaje

Maletas ociosas listas para un nuevo viaje, un acompañante amigo rumbo a tu aeropuerto vacío. Mi destino encadenado es tu corazón suicida, pero se encuentra a doce horas de mi vida dormida.

Llego a primera hora de un día nublado, no espero encontrarte al hallarme cansado. Una inmensa ciudad de promesas vacías alberga tus días de lunas perdidas.

Un taxi del color del día me lleva sin rumbo por esta ciudad sin suerte, llego con la mitad de mi vida en mis manos hacia encuentros de una tarde en hoteles de mala muerte. La noche ha llegado y aún no logro ver tu mirada en ninguna parte, entro a un bar escondido en el que encuentro una mesera cautivante, y me menciona que no debo volver a amarte.

Amaneció y, aún con los vasos de ginebra encima, camino por todas las calles posibles sólo porque entiendo que tu luna desierta ahora la ves desde esta ciudad sombría. De regreso a mi triste suburbio, he vuelto por un camino pesado esperando regresar y encontrarte en un nuevo mundo sin dueño.

7 comentarios:

  1. Esta es una de tus obras insuperables, Marco.

    Te felicito por esta espléndida composición que, en horas de la noche, se hace indispensable leer.

    Gran pieza.

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  2. Muy buena, y estoy de acuerdo con Diego, esta sin duda es una de tus mejores obras. ¡Felicidades!

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  3. Gracias a los dos por su comentario :) qué bueno que les haya gustado. Espero seguir contando con ustedes. Saludos.

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  4. grandioso, me gusto mucho este viaje, sigue asi, felicidades

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  5. Qué bueno que te haya gustado. Gracias por el comentario. Saludos.

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  6. Excelente viaje!! =) muy buen trabajo.

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  7. Gracias Meli por tu comentario. Es bueno verte por aquí :) Saludos.

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