jueves, 5 de enero de 2012

Días ajenos

Veo los días ajenos a mi pequeña ciudad, el intenso calor parece recordarme a ti y al peso tan sutil de los recuerdos a mi edad, a esos días de enero en que la muerte ya se reía por ver dos corazones a punto de estallar, a esos días de cansancio y risas sempiternas de apenas unas horas y algunos minutos más.

Romperse como las nubes de enero en ese Chiclayo que las ve llorar durante las noches cálidas, como nuestras almas que agarradas de la mano caminan hacia el fondo del mar; así te sientes tú mi querida compañera, mi dulce y pequeña amiga, mi incauto amor que quizá nunca leerá una línea más, ni un solo verso más de aquellas plumas averiadas de mi eternidad.

Veo los días ajenos a mí, los días a tu lado en que te volviste aquella bruja hermosa con el aroma a vino derramado entre las sábanas de tu habitación, que te volviste oscuridad cuando yo brillaba tanto como el ébano de tu cama en mi imaginación. Mi dama de tormentos de felicidad, hoy que a mi lado estás y te puedo besar, imaginaré el momento del final para que no me llegue a sorprender jamás.

1 comentario:

  1. Me encanta, esta ves si te luciste, me imagino que es porque estar rodeado de buenos jovenes ecritores que tienen la isnpiracion a flor de piel. Bonitas lines. Cuidate , una docena de besos =).. Brenda Piscoya Bazán

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